La traviesa veterinaria perdió totalmente su profesionalidad y acabó chupando la polla del bien dotado caballo. Eso es lo que pasa cuando un marido no puede satisfacer a su mujer en casa. Se quedó mirando la gigantesca polla del caballo de granja y se le cayó la boca a los pies. Y se la chupó, poniéndole cachondo.


























