Esta mujer embarazada tenía un deseo muy diferente: practicar la zoofilia con su perro. Ya estaba embarazada de 7 meses y su recién estrenado marido no quería follársela. Y la traviesa ya estaba que se subía por las paredes de la erección. Y acabó dándosela al perro, que no la perdonó y le metió la polla de buena gana, dejando a la embarazada cachonda.


























