A una gordita tetona aficionada le encanta dársela a los perros porque los hombres de su barrio no la quieren. Y como a los perros les da igual si una mujer es guapa o fea. Coge a esta gordita a puñados y se la mete en el coño. La traviesa sigue acariciándose las tetas y el coño y se corre como una loca.


























